Bienaventuranza para Sanar e Iluminar, Corazón, Alma, Mente y Espíritu, que nos permitirá Manifestar la Voluntad de Dios con Amor
Si Compartimos con nuestros Semejantes, Manifestaremos la Voluntad de Dios y Multiplicara sus Dones |
Limosna, Oración, Ayuno (Mateo 6:1-18)
Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tenéis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no mandes tocar la trompeta ante ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles para ser honrados por la gente; en verdad os digo que ya han recibido su recompensa. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará.
Cuando oréis no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vean los hombres. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa. Tú, en cambio, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará.
Cuando recéis no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. no seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis. vosotros orad así:
"Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre,
venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo,
danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden,
no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal"
Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará vuestro padre celestial, pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas
Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas que desfiguran sus rostros para hacer ver a los hombres que ayunan. En verdad os digo que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que que tu ayuno lo note , no los hombres, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará.
Continuara...
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