La Biblia a través de Escritores como Judas, se Atreve a Reprender a Falsos Maestros y Sanadores, Transgresores de la Ley de Dios por Miedo
Judas fue un escritor polémico, de un estilo vibrante, duro y amenazador, no carente en ocasiones de ciertos rasgos extremos, que resultan difícil de comprender a los lectores del Nuevo Testamento. Judas identifica, nombra doctrinas y prácticas heterodoxas, pero que no son fáciles de identificar, sobre quienes son los responsables y difusores de las mismas.
Posiblemente Judas se quería referir a personas cuyo comportamiento libertino y con un estilo de vida inmoral, que unido a su elocuencia y capacidad persuasiva, resultaba atrayente para que algunas personas, que abandonaban su sendero correcto y faltaban a la Ley de Dios, por miedo.
Judas (3-23) Cuerpo de la Carta)
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| La Carta de Judas contiene una Enseñanza de Amor y Sanación para todos los Seres Humanos |
Exhortación a la Consolidación de la Fe: En cambio vosotros, queridos míos, acodaos de las predicciones de los apóstoles de nuestro señor Jesucristo; pues os decían que en el tiempo final habrá gente burlona que actuará conforme a los propios deseos de impiedad.
Son estos los que crean discordias, animales que no tienen espíritu. en cambio, vosotros queridos míos, basándonos en vuestra santísima fe y orando movidos por el Espíritu Santo, manteneos en el amor de Dios, aguardando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para la vida eterna.
Tened compasión con los que titubean, a unos salvadlos arrancándolos del fuego, a otros mostradles compasión, pero con cautela, aborreciendo hasta el vestido que esté manchado por el vicio.
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| La Fe en Dios con Amor es la Base de la Sanación y la Salvación de toda la Humanidad y del Planeta |
Doxología Cristiana: (24-25). Al que puede preservarnos de tropiezos y presentarnos intachables y exultantes ante su gloria, al Dios único, nuestro Salvador, por medio de Jesucristo, nuestro señor, sea la gloria y majestad, el poder y la soberanía desde siempre, ahora y por todos los siglos. Amén.
Caín: Es prototipo del crimen horrendo del asesinato, del extravío humano del mal.
Balaán: Representa, en la literatura rabínica, al hombre codicioso, blasfemo y seductor y en el Nuevo Testamento, aparece como culpable de idolatría y de lujuria.
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