El Discípulo Amado de Jesús, San Juan Apóstol, Plasmo en sus Tres Cartas unas Enseñanzas que la Humanidad actual Debería de Contemplar, para Salvarnos y Salvar el Planeta
El Apóstol San Juan, el Discípulo Amado por Jesús, dejo Tres Cartas de Amor y Sanación, en Beneficio de toda la Humanidad y del Planeta.
El Apóstol San Juan el Amado de Jesús, Plasmo en Beneficio de Toda la Humanidad y del Planeta tres Cartas de Amor y Verdad |
El Evangelio de Juan el Bautista: Se centra en la presentación de Jesucristo, como enviado del Padre para salvar al mundo. Fue apodado "Juan el Teólogo", fue el confidente de Jesús, siendo la Experiencia y Guía del Espíritu Santo prometido por Jesús para Revelar y Expandir con Comprensión la Verdad.
Cartas de San Juan
Así mismo el Apóstol San Juan, escribió Tres Cartas que se caracterizan por contener un vocabulario común que determina los temas Teológicos fundamentales, que son Testimonio, Verdad, Mundo, comunicación etc. La tradición atribuye estas Tres Cartas de forma constante al Apóstol San Juan, hijo de Zebedeo y discípulo amado de Jesús.
También se comenta que pudiera ser, que estas cartas fueran dictadas por Juan Apóstol y que salieran de la pluma de uno de sus discípulos, que pertenecía al grupo que había recibido el testimonio del discípulo que Jesús amaba tanto.
Las cartas contienen un contexto vital en el que las comunidades sufren, tanto por el pecado de sus miembros auténticos, como así mismo por las agresiones de los falsos miembros.
Las Tres Cartas del Apóstol San Juan, que fue Guiado por Dios con Amor y Verdad |
La Primera Carta, anuncia la Encarnación, que con los creyentes de Cristo forman una comunicación con el "Padre y con el Hijo Jesucristo y que reciben el Don del Espíritu Santo. De ahí su insistencia en el Mandamiento del Amor, segundo gran acento de la carta.
La Segunda Carta, está impregnada del vocabulario y mensaje de la primera, lo que muestra así la mención de Jesucristo el Hijo del Padre.
La Tercera Carta, presenta la misma que la segunda y está dirigida a un cristiano llamado Gayo, se supone que seguramente, que era el Jefe de una de las Iglesias de Asia Menor, en la que existía una fuerte corriente misionera de Amor y Verdad.
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