El Evangelio de Juan el Bautista: Se centra en la presentación de Jesucristo, como enviado del Padre para salvar al mundo. Fue apodado "Juan el Teólogo", fue el confidente de Jesús, siendo la Experiencia y Guía del Espíritu Santo prometido por Jesús para Revelar y Expandir con Comprensión la Verdad.
El uso de la liturgia hace del Evangelio de Juan un relato muy amplio y le confiere un carácter especial sobre el tratado de algunos temas y que profundiza más que cualquier otro Evangelio, por la Gloria del Misterio de la Palabra de Dios hecha Carne en Jesucristo.
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El Apóstol San Juan Plasmo en su Evangelio el Amor y los Milagros Sanadores de Jesús hacia todos sus Semejantes |
Antes de citar algunos milagros de Jesús, decir que casi todas las enfermedades las generamos los Seres Humanos con nuestros pecados. El pecado es casi siempre la causa que nos aleja de Dios de nosotros/as mismos/as de nuestros semejantes y del mundo en que que vivimos. El Pecado es una enfermedad del alma, un desequilibrio en nuestra Anatomía Espiritual que nos afecta de algún modo en nuestra forma de pensar, de sentir y de vivir con Miedo y no con Amor.
Seguramente que los médicos hablan de las enfermedades como patologías, desordenes en nuestro organismo, pero nada saben realmente de la causa de las mismas y cuales son las causas que las generan realmente. Pero la realidad es que estos desordenes y patologías son debidas a una Caída Espiritual, a una separación de Dios, que son induce a cometer los pecados y que enferman la Anatomía Espiritual de los Seres Humanos.
Cuando cometemos pecados, siempre generamos consecuencias como la decepción, la desilusión, el miedo y podemos llegar así mismo a generar una profunda depresión o desesperación, que encadena nuestra vida.
Como resultado del pecado que nos ayuda a generar las enfermedades en ocasiones muy graves, podemos llegar a padecer comportamientos dañinos y peligrosos para nosotros/as mismos/as, para nuestros semejantes y para el planeta.
Todo ello nos llevara a buscar una falsa felicidad alejados/as de Dios y sin Amor, siguiendo senderos y guías falsos, que nos conducirán al egoísmo, a la autosuficiencia, a la prepotencia, al egocentrismo, a la mentira etc y nos acercaran al diablo con miedo y seguiremos pecando y enfermando.
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El Maltrato Psíquico es un Pecado que Genera Enfermedades |
El Libro de los Signos Juan (5:1-47)
Curación del Paralítico de la Piscina de Betesda y Discurso Consiguiente: Después de esto, se celebraba una fiesta de los judíos y Jesús subió a Jerusalén. Hay en Jerusalén, junto a la Puerta de las Ovejas, una piscina que llaman en hebreo Betasta. Esta tiene cinco soportales y allí estaban echados muchos enfermos, ciegos, cojos, paralíticos. Estaba también allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo.
Jesús, al verlo echado y sabiendo que ya llevaba mucho tiempo, le dice: "¿Quiere quedar sano?". El enfermo le contestó: "Señor, no tengo tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se remueve el agua; para cuando llego yo, otro se me ha adelantado". Jesús le dice: "Levántate, toma tu camilla y echa a andar". Y al momento el hombre quedó sano, tomó su camilla y echó a andar.
Aquel día era sábado, y los judíos dijeron al hombre que había quedado sano: "Hoy es sábado, y no se puede llevar la camilla". Él les contestó: "El que me ha curado es quien me ha dicho: "Toma tu camilla y hecha a andar". Ellos le preguntaron : "¿Quién es el que te ha dicho que tomes la camilla y eches a andar?". Pero el que había quedado sano no sabía quién era, porque Jesús , a causa del gentío que había en aquel sitio, se había alejad
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Jesús Sana los Pecados y Cura al Paralítico de Betesda |
Más tarde lo encuentra Jesús en el templo y le dice: "Mira, has quedado sano; no peques más, no sea que te ocurra algo peor". Se marchó aquel hombre y dijo a los judíos que era Jesús quien lo había sanado. Por esto los judíos perseguían a Jesús, porque hacía tales cosas en sábado. Jesús les dijo: "Mi Padre sigue actuando y yo también actúo". Por eso los judíos tenían más ganas de matarlo: porque no solo quebrantaba el sábado, sino también llamaba a Dios Padre suyo, haciéndose igual a Dios.
Jesús tomó la palabra y les dijo: "En verdad, en verdad os digo: el Hijo no puede hacer nada por su cuenta sino que le viere hacer al Padre. Lo que hace este, eso mismo hace también el Hijo, pues el Padre ama al Hijo y le mostrará obras mayores que esta, para vuestro asombro.
Lo mismo que el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a los que quiere. Porque el Padre no juzga a nadie, sino que ha confiado al Hijo todo el juicio, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que lo envió.
En verdad, en verdad os digo: llega la hora y ya está aquí, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios y los que hayan oído vivirán. Porque, igual que el Padre tiene vida en sí mismo, así ha dado también al Hijo tener vida en sí mismo. Y le ha dado potestad de juzgar, porque es el Hijo del hombre. No os sorprenda esto, porque viene la hora en que los que están en el sepulcro oirán su voz: los que hayan hecho el bien saldrán a una resurrección de vida; los que hayan hecho el mal, a una resurrección de juicio.
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Los Judíos Juzgan a Jesús por Curar y Sanar en Sábado y por Decir que es el Enviado de Dios Padre |
Yo no puedo hacer nada por mí mismo; según lo oigo, juzgo y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. Si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es verdadero. hay otro que da testimonio de mí y sé que es verdadero el testimonio que da mí da. Vosotros enviasteis mensajeros a Juan y él ha dado testimonio en favor de la verdad. No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para que vosotros os salvéis. Juan era la lámpara que ardía y brillaba y vosotros quisisteis gozar un instante de su luz.
Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido llevar a cabo, esas obras que hago dan testimonio de mí: que el Padre me ha enviado. Y el Padre que me envió, él mismo ha dado testimonio de mí. Nunca habéis escuchado su voz, ni visto su rostro, y su palabra no habita en vosotros, porque al que envió no lo creéis. Estudiáis las Escrituras pensando encontrar en ellas vida eterna; pues ellas están dando testimonio de mí, ¡y no queréis venir a mí para tener vida!
No recibo gloria de los hombres; además, os conozco y sé que el amor de dios no está en vosotros. Yo he venido en nombre de mi Padre y no me recibisteis; si otro viene en nombre propio, a es sí lo recibiréis. ¿Cómo podréis creer vosotros, que aceptáis gloria unos de otros y no buscáis la gloria que viene del único Dios?. No penséis que yo os voy a acusar ante el Padre, hay uno que os acusa: Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza. Si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. Pero, si no creéis en sus escritos, ¿cómo vais a creer en mis palabras?".
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Jesús Conversa y Enseña a los Judíos con Lecciones de Amor |
Continuara...
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